Segundo largometraje de Guillermo del Toro. Unos niños venden a una entomóloga un insecto extraño. El animal es enorme, y sólo es una cría. Ella la reconoce como una versión, más grande, de una cucaracha modificada genéticamente para exterminar a otras cucarachas. Una raza de insectos que ella misma ayudó a crear y que debería haberse autodestruido tres años antes.
Siguiendo las indicaciones de los niños, decide bajar a los túneles del metro para encontrar el nido y encontrar la manera de exterminarlas definitivamene.
Esta película me recordó mucho a Aliens y a la escena de los velociraptores de Parque Jurásico. Si te gustan las películas en las que los humanos se convierten en la presa de animales elegantemente letales y alienígenas, ésta te gustará.